Archive for noviembre 21, 2009

Las bebidas de cola, venenos que te matan lentamente…

¿Qué es lo que te pone en peligro? Ni más ni
menos que las bebidas de cola. Son
mundialmente reconocidas y consumidas por
miles de millones de personas. Existen marcas
de reconocida trayectoria y otras regionales o
nacionales que tratan de emular el sabor de las
más reconocidas ofreciendo sus productos por
un monto menor. Pero todas estas gaseosas,
sean de primera o segunda línea, encierran un
gran peligro para tu salud y tu figura.

¿Por qué son tan peligrosas? Las bebidas de
cola entrañan un sinnúmero de peligros. Dicen
que si sumerges un bistec en un recipiente lleno
de gaseosa de cola, éste habrá desaparecido en
dos días.

Como verás, este tipo de bebidas son muy corrosivas.

¿Qué contienen exactamente? Uno de sus
ingredientes básicos es un aditivo llamado
ácido fosfórico, un producto que es utilizado
por los mecánicos para limpiar los motores de
los automóviles y mantenerlos libres de óxido.
Además de los aditivos como colorantes,
aromatizantes, saborizantes y demás, no tienen
gran valor nutritivo.

De hecho, estudios hechos por diferentes
asociaciones de investigación de diferentes
partes del mundo han revelado que las gaseosas
de cola ¡no contienen vitaminas ni proteínas ni
minerales! En resumen, carecen totalmente de
valor nutritivo. Sólo sirven para estropear la
salud y hacerte aumentar de peso.

El problema es que con todos los agregados
químicos que contienen, las gaseosas de este
tipo traen todo tipo de complicaciones. Algunas
de sus sustancias son potencialmente
cancerígenas. Su consumo prolongado trae
trastornos en el sueño, principalmente por la
cafeína. Por su accionar corrosivo, puede
ocasionar una grave desmineralización ósea por
lo que tus huesos serán más propensos a sufrir
fracturas y tendrás menor resistencia física.

También puede generar anemia, trae
complicaciones al tracto digestivo, aumenta el
riesgo de padecer cáncer de colon. Con un
consumo excesivo, estaremos expuestos a sufrir
de ataques de ansiedad, genera taquicardia y
agudos dolores de cabeza. Si se bebiera en
cantidades bajas, las sustancias contenidas en
estas bebidas no serían tan nocivas. Lo que
sucede es que muy pocos consumidores se
contentan con tomar sólo un vaso o una lata.
Generalmente, toman más de un litro diario.
Por eso, los problemas anteriormente descritos
son un problema endémico que afecta a
millones de personas.

¿Puede vencerse el hábito? Lo mejor es dejar
de consumir estas bebidas por completo. Si no
se puede lograr, uno debería reducir su
consumo tanto como sea posible. Algunos se
han dado cuenta de que el momento en que más
toman es durante el almuerzo o la cena. Por esa
razón, han optado por no beberla en las
comidas, reemplazándola con agua o jugos
naturales.
El consumo de  agua puede ayudarnos a superar
los problemas acaecidos por la ingestión
prolongada de este tipo de refrescos. Los jugos
naturales, sobre todo si los exprime uno mismo
al momento de consumirlos, son una fuente rica
en vitaminas y minerales que nos ayudarán a
mejorar nuestra calidad de vida.

Lácteos: la gran decepción

Por Gaby Vargas

‘Nada de lácteos’, es la orden de mi nutrióloga. Después de escuchar una retahíla de los achaques que éstos provocan, incrédula, corro a consultar con el doctor José María Zubirán, mi médico de confianza, y me asombra su respuesta: ‘Pues, ¡claro! Me parece perfecto. La leche y sus derivados, después de los cuatro años de edad, ya no son necesarios, y sólo te causan problemas’.

0h Pero, ¿cómo? ¡Si toda la vida nos han dicho que la leche es lo más sano del mundo! Todavía sin estar del todo convencida, consulto otras fuentes, y me quedo con la boca abierta con lo que me entero.

‘La leche y sus productos derivados son los mayores contribuidores a la industria de la enfermedad, que representa 2 trillones de dólares’, afirma el economista Paul Zane Pilzer en su libro The Wellness Revolution.

Pero, ¡ojo!, además, la leche causa osteoporosis, alergias, constipación, flatulencia, cáncer, obesidad, enfermedades del corazón e infecciones. ¿Cómo la ves? Pues sí.

Es muy probable que este artículo no le agrade a muchas personas; sin embargo, cada vez es más fuerte la voz que lo declara, y que no podemos ignorar en aras de proteger intereses económicos.

Es más probable que el consumo de leche cause, y no prevenga, la osteoporosis. Diversos estudios en Harvard, Yale, Penn State y en los National Institutes of Health en Estados Unidos, lo confirman.

De hecho, el alto contenido de proteína (caseína) que contienen los lácteos , drenan el calcio del cuerpo. Y para acabar de sorprendernos, el calcio que contienen de manera natural los vegetales y frutas es más sano, más fácil de absorber y más abundante.

Por si fuera poco, los expertos afirman que los lácteos son la principal causa de que más del 65 por ciento de la población en Estados Unidos tenga sobrepeso y obesidad. Me pregunto, ¿será igual aquí?

Más preocupante aún es saber que además de contribuir a padecer osteoporosis, la leche contiene hormonas, antibióticos, pesticidas y es causante de varias enfermedades infecciosas.

¿Sabías que una vaca típica del campo, puede darnos hasta cuatro litros y medio de leche al día, mientras que la industria moderna tortura a estos animales para hacerlos producir hasta 45 litros al día?

Esto se debe a que hoy les suministran cantidades masivas de hormonas especiales, como la de crecimiento bovina (BGH) y esteroides para aumentar la producción. Esto provoca que sus ubres sean tan grandes que se arrastren por el piso y se infecten, lo cual conlleva al uso de antibióticos constantes.

A la hora de conectarlas a los succionadores de metal, estas lindas sustancias permanecen en la leche, aun después de procesarla, lo que causa serios trastornos en las personas, en especial en los niños que las consumen.

¿Has notado cómo ahora las niñas tienen su menstruación mucho más temprano que las niñas de antes? ¿Y que el desarrollo de sus senos es mayor?

Lo que todos nos preguntamos es: ¿Cómo es posible que nadie diga nada al respecto? La respuesta es muy sencilla. Las empresas lecheras invierten millones de dólares cada año en la mercadotecnia de sus productos. Y el consumidor promedio, es decir tú y yo, no gastamos el tiempo en investigar reportes médicos y, en cambio, sí vemos revistas y mucha televisión.

Independientemente de todo lo anterior y siguiendo las instrucciones de mi nutrióloga, desde hace meses no consumo nada de lácteos.

Y sin hacer ninguna otro cambio en mi alimentación, tanto mi esposo y yo no sólo hemos perdido peso, el colesterol nos ha disminuido, nos sentimos más ligeros, la digestión es mejor y la energía también. Así que te invito a que tú también, querido lector, querida lectora, lo consideres.

‘Es más probable que el consumo de leche cause, y no prevenga, la osteoporosis. Diversos estudios en Estados Unidos así lo confirman’.

Cuidate..!!! Cuesta mucho enfermarte….$$$$.